¿El suicidio es una opción? ¿A veces desaparecer es lo mejor de la vida? Supongan que tienen una única hija de 14 años que un día es violada brutalmente por un vecino y le deja una secuela física que le imposibilita tener hijos de por vida. Si ya es mala la noticia, supongan ahora que además demandan al vecino, pero que por ser un conocido del alcalde, acaban diciendo que fue su hija la que incitó a ser violada y le exculpan de todo cargo. Cómo entienden que el favoritismo acaba cayendo tarde o temprano, supongan que denuncian a las más altas esferas (por ejemplo al Tribunal Supremo en España), que por proteger el sistema, sigue defendiendo al vecino, frente a su hija dañada de por vida.
Sé que habrán afirmado rápidamente… ¡eso no pasa ni en las peores películas!, y su imaginación habrá dejado de funcionar a la segunda idea propuesta. De haber imaginado lo que mencioné, ya se habrían tomado la justicia a su modo, y seguramente realizarían graves acciones contra el vecino, o incluso peor, contra los jueces que permiten esos abusos. O incluso alguna idea de cómo suicidarse sin que parezca un suicidio.
Les entiendo, pensaba lo mismo, hasta que he tenido que vivir algo parecido en primera persona. Algo ni mejor ni peor, simplemente vergonzoso, y que me ha hecho pensar en las opciones que me quedan cuando compruebo un sistema tan viciado y sin ningún sentido común.
Les resumo la historia que empezó hace casi ocho años. Cruzando una calle en Valencia me atropelló un motorista que iba borracho y que además no tenía carné de conducir moto. Después de una brutal colisión, me arrastró unos metros y salí volando por los aires. Sufrí una parada cardiorrespiratoria que suspendió mi vida por un tiempo, cayendo después en coma, y marcando de por vida que mis grandes capacidades habían desaparecido.
Varios policías, que se encontraban a escasos 50 metros del suceso, detuvieron al motorista y tomaron declaración a mis tres testigos compañeros. Acordonaron la zona y prepararon un atestado claro y preciso. Todo documentado, pero con un hecho peculiar: el motorista trabajaba en una compañía de seguros y maquilló desde el primer momento la historia de que un toxicómano se había lanzado a la moto.
Este maquillaje pasaba por mencionar en el Hospital Clínico de Valencia la historia del toxicómano temerario arrojado a su vehículo, y parece que los médicos, con afinidad al compañero de la compañía de seguros, vertieron sin sentido acusaciones falsas en sus informes médicos. Cosas como “por sus antecedentes de toxicómano podría presentar hepatopatía vírica crónica”, entre otros regalos. Es importante mencionar que el alcohol, y menos en las cantidades consumidas, no es considerado una sustancia tóxica de forma común. ¿Se piensan que hicieron una única prueba de tóxicos? No, porque les habría salido que es una absoluta tontería tal afirmación.
Por estúpida que les parezca, esa acusación sirvió para manipular el juicio, y que me acusaran de que me había tirado a la moto (en contra de lo que incluso había documentado la Policía). La única forma de avanzar pasaba por demandar al hospital, pero todos sabemos que en España se dispone de una Seguridad Social pública que cubre gratuitamente cualquier problema médico. Curiosamente parece que el sistema defiende a cualquier médico de sus negligencias, por muchos errores que cometa.
Así, después de años de lucha, he vivido una gran injusticia, y no he conseguido que se modifiquen los informes médicos que me llaman toxicómano, he incluso he observado como el Tribunal Superior de Justicia de España se salta las normas procesales y comete errores en forma. Ni he conseguido que se quiten tales falsas afirmaciones, ni conseguí que se me diera la incapacidad laboral (pese a tener una minusvalía documentada).
En toda esta historia se ha favorecido a un delincuente, que para más peculiaridad trabajaba para la compañía de Seguros Catalana Occidente, y se me ha dañado gravemente mi salud, mi honor y mi carrera profesional.
¿Qué debería hacer ahora? Como buen profesional, pienso en las posibles opciones:
– Suicidarme, por verme acorralado, habiendo perdido parte de mi capacidad anterior, y levantándome por las noches con trastornos de impotencia de por vida irremediables. Sería la mejor opción, pero dejaría a mi familia con deudas, y ellos no tienen la culpa de nada. Además, ¿cuál es la mejor forma de suicidarse? ¿Cómo suicidarse sin que se note?
– Tomarme la justicia por mi cuenta, y acabar sin dudarlo con los jueces que me han inculpado sin derecho alguno. Esta opción tiene el problema que me mancha las manos de sangre, aunque tiene el punto positivo de que me hace ir al cielo al haber quitado del mapa a muchas personas tóxicas. No es normal que unos magistrados vayan tan contundentemente contra la propia víctima que además, podía haber perdido la vida.
– Recurrir al Tribunal Superior de la Haya, paso que se me antoja no posible por no disponer ya de recursos económicos.
– No hacer nada. Ni siquiera quejarme puedo, no me conduce a nada.
– Irme del país, al considerar que la tierra donde nací no cumple uno de mis valores fundamentales, la justicia. Aquí jamás querría tener hijos, porque no sabría decirles eso de “tranquilos, todo saldrá bien…”
Mi opción favorita sería una mixta, que consistiría en tomar la justicia por mi cuenta, acabar con algunos jueces y luego suicidarse. No es que haya perdido varios juicios contra mi honor, es que simplemente he perdido la confianza en vivir con estas normas heredadas de la Inquisición.
Pero les seré franco, porque además de mi extensa formación, tengo una sólida creencia de que la Naturaleza es justa, y que estos jueces, que reparten justicia sin el menor sentido común, acabarán pagando sus consecuencias a la larga, sea en esta vida o en otra. Quizás cuando violen un día a su hija, se den cuenta de lo que aportan al mundo.
Que nadie se preocupe, esto será el guion de una película taquillera en el futuro. Porque yo tengo ganas de vivir, pero desde luego, no en España, que ya me ha demostrado que presume de ser un país desarrollado, pero en el que parece que hay que obviar el sentido común al salir de casa.
Sólo me queda compartirles las personas que han juzgado sin aplicar el menor sentido común, porque así podré alertar de su mal juicio:
- Primera instancia, Sr. D. José Manuel Ortega Lorente, Magistrado Juez del Juzgado de lo penal nº 10 de Valencia.
- Segunda instancia, Ilustrísimos Señores: Presidente, D. Vicente Urios Camarasa; Magistrados: Dª Carmen Ferrer Tárrega, D. José Fandos Calvo (supongo que lo de Ilustrísimos es el copiar&pegar del Word).
- Estos jueces fueron demandados y avalados en su ignorancia por el señor Presidente D. Juan Luis de la Rúa Moreno y los Ilustrísimos Señores Magistrados D. José Flors Matíes, D. Juan Montero Aroca, D. Juan Climent Barberá, D. José Francisco Ceres Montés.
- Al demandar al hospital en primera instancia, Dña María del Mar Torres-Fontes Suárez Juez del Juzgado de Primera Instancia nº63 de Madrid.
- En segunda instancia con el Hospital Clínico de Valencia, Ilmo. Sr. D. Lorenzo Pérez San Francisco con los ilustrísimos señores magistrados Sra. Dª Guadalupe de Jesús Sánchez, Sr. D. Lorenzo Pérez San Francisco, Sr. D. Pedro Pozuelo Pérez del Juzgado de Primera Instancia nº63 de Madrid
- Al hospital, llegando al Tribunal Supremo con el Presidente Excmo. Sr. D. Juan Antonio Xiol Ríos, y Ponente Excmo. Sr. D.: José Ramón Ferrándiz Gabriel de la Audiencia Provincial Sección 18 de.
Sí, quizás el suicidio no es una opción. Muchas gracias por dejar un comentario y compartir esta entrada.
NOTA OCTUBRE 2012: Con la conclusión de que en España la justicia no es igual para todos, me fui del país en el que nací: «El resentimiento no aporta nada. Yo emigro para ser feliz. Adiós España.»
Hola, Pedro:
¡Gracias por compartir este trozo de tu vida! Y también por ejercer tu derecho a hacer público aquello que crees que puede afectar a otros en nuestra sociedad.
No siempre estamos preparado siquiera para reconocer el error, y por tanto menos para medir las consecuencias, asumirlas y crecer con ello.
Créeme que tu historia me ha hecho reflexionar. De hecho, estoy elaborando el plan de mi semana entrante y me he puesto como pregunta al inicio: ¿Cómo puedo hacer lo mejor desde donde estoy? Gracias, una vez más.
¡ «Cualquier momento puede ser extraordinario»!
Siente mi afecto,
Rosalia Peña.
Rosalina, ¡gracias a tí!, por compartir tu historia. Un abrazo.
no te rindas Pedro, este país es corrupto por sí mismo, pero ellos mismos sufrirán la penitencia de no ser absueltos por su propia conciencia.
Eva, muchas gracias por el comentario… ¡y el apoyo! 😀
Creo que todos de una u otra manera hemos tenido experiencias de este tipo , creo que hay que hablar sentar precedentes , por que algun momento alguien tendra otro asalto de logica o la justicia …cosa feroz , que tarde,, cogea pero llega de diferentes maneras, creo que el odio nunca es bueno , y mas bien esto es motivacion para seguir , perdonar y seguir, una puerta se cierra y otras se abren yo lo he comprobado…
con esta denuncia sentas presedentes, y es una valvula de escape valida, informa y prende alarmas sobre la coovivencia y muchas cosaas que pueden pasar..
Susana, muchas gracias por tus palabras. Me temo que vivimos en un sistema muy costipado. Como mencionas, es una alerta de que pueden pasar cosas muy graves si no se medican las cosas desde el comienzo.
Pedro tienes razon. Hay que irse yo he vivido 15 anos en Espana, y por suerte no tuve que subir todas esas injusticias pero tuve que cerrar mi negocio. Mi pais no es mejor (Italia). Ahora trabajo en Suiza y me encuentro bien
Muchas gracias por compartir tu experiencia… Al final, en todas partes crecen habas.
Hola, que tremendo, lo de la Justicia en España, Perú heredó mucho de aquella barbarie que mencionas, pero…. ante la corrupción, esta la denuncia, y hoy la prensa hace un papel muy importante, nosotros tenemos muchas historia parecidas. pero estoy convencida de aquello que dice «El que la hace la paga», la justicia de todas manera llega. hay una ley universal que se llama : «La ley del merecimiento», Por otro lado, creo que el ser humano, tiene la capacidad para renacer de sus cenizas. bendiciones. un abrazo desde Lima-Perú.
Iris, muchas gracias por el comentario, pero me temo que problemas de injusticias tenemos cada día por más partes del mundo. Quién esté libre de pecado, que tire la primera piedra. 😀
Es una experiencia espantosa, pero no me sorprende, que pasa con los violadores de Marta del Castillo?, que pasa con el asesino de la niña gitana que violó y mato, la pena del juez que lo dejo libre es de 1000€ de multa, por una vida humana. Sucede que hasta que no nos pasa en carne propia no nos damos por enterados de lo injusta que es en muchísimas ocasiones la justicia humana, quien determina que un hombre puede juzgar a otro? el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, no se embriagan los jueces?, no cometen adulterio?, no hacen negocios fraudulentos?
no favorecen en ocasiones al delincuente por «trafico de influencias?. La justicia Humana! la gran mentira y la gran mierda que nos obligan a comer todos los días.
Recordemos: LOS JUECES APLICAN LA LEY, NO LA JUSTICIA. Lo que más me duele de toda esta historia es que te haya dejado secuelas, eso es lo que más rabia me da.
Pero tu eres un ser privilegiado, que reparte alegría y buen rollo, no todo tu potencial se ha perdido, doy gracias a Dios por ello, y ruego al Altísimo que te dote de otros méritos que no te los pueda quitar ningún h.p. irresponsable, también clamo por que El haga justicia y le de a todos los implicados en tu injusticia lo que se merecen, pero ruego que sea «generoso» y lo multiplique por 109. Sinceramente Paty
Paty, muchas gracias por el comentario. Como mencionas, me dejaron secuelas, y bastante agüjero en el bolsillo… pero da igual… la sonrisa no me la han quitado. Y quien ríe el último, ríe mejor.
Supongo que es difícil cambiar esta mierda de sistema que hay en todo el mundo, pero me parece que poco a poco la gente se está rebelando más, porque está cansada de tantas imjusticias. La gente cuanto más poder tiene , más gilipollas es porque se piensan que son más que los demás , pero que no se olviden que todos nacemos igual y que todos morimos igual , por no decir que tenemos las mismas necesidades básicas (comer , «ir al lavabo». etc…)que no somos eternos , y que todos estamos expuestos a enfermedades , accidentes , etc… (esto va por los jueces y el hospital).
Se que para entender las cosas hay que ponerse en los zapatos de la otra persona , porque que te pase algo así , no tiene que ser fácil y ya me imagino la impotencia que tienes que sentir , pero desde aquí te envío todo mi ánimo , como dice el dicho : «El que sigue la consigue».
Eso si no te hagas mala sangre , porque no vale la pena por «gentuza» como esa y el daño te lo haces tu , piensa en ti , en estar bien , en seguir adelante con lo que estés haciendo , en disfrutar de las cosas más pequeñas y sobre todo en quererte mucho y cuidarte , ¿quién mejor que uno mismo para cuidarse y mimarse?
Te mando un abrazo y un beso. 🙂
Yoli, gracias por tu comentario, me recuerda a una frase que me gusta mucho… «No mires a nadie por encima, salvo para ayudarle a levantarse». Muchas gracias, pero como indica la opción, yo me largaré del país… y a estos … ¡ya les caerá un rayo encima! 😀
Ufffffffff!!!!!!!!!!!! si yo dejase constancia de todos los errores médicos que han tenido conmigo, sería demasiado, por suerte estoy viva (supongo que en varias ocasiones, no fue mi momento por esos errores) y en otros estuvieron a punto de dejarme lisiada de por vida. Así que… todos en diferentes hospitales, en diferentes horarios,…. de Barcelona.
Claudia… pues hay que empezar a luchar contra esas malas praxis, ¿no crees?
Muy buenas noches, Pedro y amigos y amigas del blog,
Mientras iba avanzando en la lectura de tu post, en todo momento he creído que de algún lugar saldría aquel comentario que te devuelve a la realidad y te dice que todo era ficción, una hipérbole para ejemplificar conductas o actitudes poco recomendables. Incluso he intuido -erróneamente, está claro- un amago en este sentido cuando ironizabas sobre lo de la película taquillera.
A ver, Pedro, no soy quien para posicionarme ni para aconsejar ni para nada de nada de nada. Para empezar, sólo tú sabes lo que has vivido realmente y lo que significó, ha significado y puede significar este sórdido episodio de tu vida, tanto a nivel físico como a nivel psíquico. Sólo tú sabes, por lo tanto, cómo debes conducirte y resolver una cosa u otra. Sin embargo, aquí sí que me atrevo a lanzar unas reflexiones que puedes recoger si son de tu conveniencia. En primer lugar, tu vida -la vida de nadie- tiene mucha más luz y mucho más valor que los demostrados tanto por el interesado y farsante conductor de la moto como por los «representantes» de la justicia que ventilaron el caso. No te rindas porque esa luz que tu encendiste en su momento y mantienes viva a día de hoy puede ser de gran ayuda para vete a saber tú cuántos seres humanos todavía. Dudo que haya luz en la otra parte, entre magistrados y agente de seguros disfrazado de guadaña. En segundo lugar, la justicia no es de este mundo -no estoy haciendo ninguna referencia bíblica aunque pueda parecerlo-, sino que depende de algo que no puede ser humano, puesto que no hay ser humano con autoridad moral suficiente como para juzgar a un semejante. El tercer argumento que se me ocurre y que tengo necesidad de trasladarte es el de la verdad: tú conservar intactos tu honor y tu dignidad, tu verdad, cosa que nunca sabrán que existe los del otro lado, y, por tanto, no sabrán transmitirla. Quizás debas transmitirla tú. Quizás no fue gratuito que te accidentaran a ti. Quizá tu cometido sea mayor que el de defender tu causa. En definitiva, creo que se te plantea un interrogante muy estimulante: ¿qué significa que fuera yo el que padeció las consecuencias de aquel accidente y que fueran ellos los que se encargaran de juzgarme? Ahí hay una verdad que tú y sólo tú puedes hallar. Te envío todo el ánimo y la energía de que soy capaz y me descubro ante tu fortaleza, que me causa una admiración digna de consideración.
Un abrazo sincero y profundo… vive y encuentra la respuesta a aquello sin quedarte en el hecho, desde la perspectiva del presente. Y no te asustes de lo que puedas ir hallando… aunque sean pensamientos extremos, de suicidio, de homicidio, como decías antes, no te asustes, son los pensamientos que deberás tolerar para que fluya la verdad más allá de ellos. No está en la superficie, sino en el detalle más insignificante, quizás… o puede que la tengas ante las narices. Siéntela. Quizás la verdad sea continuar tu vida sin más. Cuando la halles, lo sabrás. Estoy seguro de ello.
Mis mejores deseos de recuperación y de verdad, Pedro. Con todo el afecto que sabes que me inspiras.
Joan
Joan… mil gracias por todo el apoyo. Como dices… ¡una pena que en algún momento no indicara que era un símil para imaginarse algo! pero tristemente, ha sido una verdad que me ha tocado vivir.
Aunque haya tenido malos momentos… nadie me quita lo vivido. Y sobre todo, nadie me quita la sonrisa.
Buenas noches, Pedro y demás familia del blog,
No hay en absoluto de qué. Al contrario, muchas gracias a ti por esa lección de vida y de humanidad. Últimamente, el término «disfrutar» está adquiriendo la dimensión que se le ha negado en siglos. Nos llenamos la boca «disfrutando». Se ha mencionado el perdón en más de una ocasión en los comentarios. ¿Por qué no disfrutar el perdón? No suceden contratiempos de mayor o menor magnitud y negar que el tuyo, Pedro, no sea de los primeros sería cínico. Sin embargo, no pierdes nada por intentar «disfrutar» el perdón. Quizá sea una liberación terapéutica… quizá no… Efectivamente, nadie te quita lo vivido. Y celebro que no te quiten la sonrisa. Que no te dobleguen. Que no te quiten la luz.
Recibe un abrazo y una sonrisa, y mis mejores deseos, Pedro. También para el resto, amigos y amigas.
Joan… muchas gracias por tus palabras… ¡siempre apoyando! Un fuerte abrazo.
triste historia por no decir vergonzante! la justicia y las compañías de seguro tratan a las personas como si fueran mercancía, parece que no se dan cuenta que detrás de todo eso hay personas… yo mismo lo he vivido de primera mano y he mandado a la mierda al forense de una compañía que se olvidó que yo era una persona humana… en cualquier caso un abrazo y ánimos para seguir luchando
Santi… ¡compañero! mil gracias por el comentario… y como siempre, a ver si seguimos trabajando por un mundo mejor 😀
Uuuuuffffff Pedro !!! ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Cuánta carga está suponiendo en tu vida?
Lo fácil, lo racional sería compadecerte, porque la situación es kafkiana. Pero no lo voy a hacer. Ante lo que te voy a decir no sientas que no empatizo contigo. Precisamente xq empatizo con tu dolor, porque conozco ese dolor, te propongo trabajar el Perdón con mayúsculas.Tienes mucha vida ahora y en los sucesivos ahoras y no puedes cargar con esa mochila del pasado. Aunque no seas consciente, está mediatizando en exceso tu vida y tu felicidad. Se refleja indirectamente en otras situaciones, en otras «guerras» justas que acometes. Incluso en tu planteamiento del amor (acuérdate que con minúscula) que no llega al Amor (con mayúscula) por esa barrera de necesidades no satisfechas, de demanda de justicia que pesa en tu mochila por un hecho del pasado. Pide lo que necesites. Exigir, aunque sea justicia, te genera una violencia innecesaria para ese Ser maravilloso que eres.
Disculpa por meterme dónde no me llaman, pero habrá suficientes personas que se alineen contigo en ese bucle emocional. Yo sólo te propongo una salida porque la vida puede ser más suave. Más feliz. Y tú te enfocas precisamente a eso, a la felicidad. No dejes que el pasado frene un fluir más amable de lo que te quede de vida. Osho y «Conciencia» puede sacarte del bucle y sentir como esa impotencia y esa frustración se diluyen y te liberan para caminar sin peso y con confianza.
Te pido disculpas de nuevo por mi atrevimiento, pero tu generosidad en el compartir merece sinceridad por parte de l@s que te seguimos. Un beso y…. suelta los remos…. confía…. fluye.
Susana, muchas gracias por tu comentario, que me hizo reflexionar mucho. Créeme que he trabajado mucho el perdón, y mi espíritu está libre de venganzas. Otra cosa distinta es que trabajemos conscientemente en que ejemplos como este, sean los que no deseemos para nuestros hijos.
Mi deseo no es la venganza, pues sólo sirve para alimentar a los que no saben perdonar. Mi deseo es conseguir que aprendamos entre todos que hay cosas que cambiar, porque de otra forma, el mundo se volverá inhabitable.
Un abrazo,
Osho era un ESTAFADOR.
La justicia en este país es un cachondeo, lo sabemos todos. Depende de quien te toque y de las influencias que tenga la parte contraria.
Pero siempre te queda la opción de seguir luchando. Al final caen.
Mario… muchas gracias por el comentario… hasta que un día les toque a los jueces vivir su propia justicia… ¡y entonces sí que será un cachondeo! 😀
Hay muchas injusticias en el mundo. Aún así sigue existiendo, la comprensión, el respeto, la solidaridad. En ti Pedro. se nota tus ganas de vivir, tu entusiasmo por dar amor, tienes mucho para dar y hacia adelante Peter, nada te detendrá. Saludos cariñosos
Ligia… muchas gracias por las palabras, y como dices… no han conseguido quitarme la sonrisa, por más que se empeñen: D
Tu relato me deja sin palabras.
Realmente es muy pero que muy desalentador… pero que no acabe contigo ni con tu fe en que no todo el mundo tiene por qué ser igual. Un besazo
Raquel… el día que acaben conmigo, ¡se habrá hundido el mundo! 😀
Un fuerte abrazo.