¿La gran tontería del independentismo? (y 2)

por | Sep 16, 2012 | Gestion y liderazgo | 21 Comentarios

En la entrada de hace unos días (¿La tontería del independentismo?) y que tanta polémica ha suscitado no mencionaba ningún caso en concreto, y simplemente concluía: “Somos ciudadanos del mundo, y simplemente necesitamos cierto nivel de granularidad para una gestión correcta de los recursos. La palabra independencia debe ser sustituida por la palabra unión”. Me gusta mirar bien algunas definiciones de la R.A.E.:

-          Unión: “Conformidad y concordia de los ánimos, voluntades o dictámenes”.

-          Independentismo: “En un país que no tiene independencia política, movimiento que la propugna o reclama”, sabiendo que la independencia es “libertad, especialmente la de un Estado que no es tributario ni depende de otro”.

En la asignatura de “Fusiones y Adquisiciones” del MBA de Esade estudié claramente que la unión de dos empresas no siempre implica una empresa resultante mejor. Con las parejas pasa lo mismo. Pero lo que diga la estadística no quita que muchas veces la unión de dos empresas resulte en una mucho más potente. Y no digamos ya el caso de los matrimonios, donde en muchos casos, la pareja junta hace cosas que ni se habrían imaginado por separado.

Hay que conseguir que uno más uno sea el resultado de 2 ó mucho más. Es decir la unión, bien hecha, hace la fuerza. Si no está de acuerdo con esto, aporte sus ideas, pero no falte ni pierda el respeto amenazando que no va a seguir leyendo el blog. No hace falta que indique que:

  • No tengo ni idea de historia ni de la realidad,
  • Ignoro cómo se siente la gente, y que hago el payaso pese a mi completa formación en PNL, coaching, etc.,
  • Mi opinión política sirve para favorecer a unos pero oponer a otros,
  • No tengo ni idea porque piensa que no conozco Cataluña, España, u otros sitios.

Seguro que tienen parte de razón en todas o quizás podría argumentar que sé más de lo que se imaginan de los puntos anteriores, pero esa no es la cuestión. Los buenos oradores sabemos que cuando se hila un discurso se debe argumentar sobre la disertación, no sobre la persona que lo dice. Mi idea es bien clara: nos tenemos que saber unir, potenciando siempre lo que nos une y trabajando lo que nos diferencia para aprender a gestionarlo con respeto. Esta debe ser la base para una humanidad que habite en este mundo por muchos siglos. Se debe desvincular esas emociones de odio, envidia, ira,... que tanto mal nos han arrastrado desde la historia y que en tantos conflictos nos han metido.

La mejor reflexión me ha venido por parte de un contacto de Linkedin, “José Luís Jurjo” y dice así:

Blah, blah, blah, mentiras y manipulaciones de políticos de todos los lados, que lo único que buscan es poder y que les importan muy poco los "efectos colaterales" de sus acciones: me resultan muy poco productivos.

Sólo admiro a unos pocos de "los grandes" que aunque no fueran siempre "presidentes", hicieron política en el sentido de cambiar este mundo a mejor: Nelson Mandela, Luther King, Gandhi....: comparar su liderazgo, su modo de vida, y sobre todo sus RESULTADOS, sí sí sí RESULTADOS (también fueron personas con visión e inteligencia extremas) con lo que tenemos, su proyección, su empatía con los "súbditos" y sus aspiraciones.

Creo que "quién" o "desde dónde" nos manden (Barcelona, Madrid, Berlín, Bruselas, el "gobierno mundial", "el poder económico" o el "Club de Bilderberg") importa bastante menos que la PALMARIA INCOMPETENCIA que están mostrando todos.

¡Ale!, a seguir discutiendo de este tema mientras ellos no dan la cara por su corrupción y despilfarro. ¡Venga!, nos seguimos creyendo todas sus mentiras. Otra más de "tópicos": los catalanes insolidarios, los andaluces vagos, los gallegos indeterminados.

Nos estamos equivocando de "enemigo". Yo, personalmente, me seguiré sintiendo unido a cualquier persona que llegue a conocer y que me sea agradable (venga de la parte del mundo que venga)... ojalá no estuvieran por medio todos estos farsantes.

Gracias por vuestras aportaciones, me han hecho crecer mucho. Muchos sin argumentación alguna sólo disparan su ira hablando desde el emocional. Algunos incluso argumentan con datos históricos desde el racional. Pero sea como sea, tenemos que aprender a unirnos, y si eso implica cambiar por completo de líderes… ¡que sea pronto!

 

Y nada mejor que recordar "para conseguir el mejor resultado debe hacer lo mejor para él mismo y para el grupo"...


Se debe desvincular esas emociones de odio, envidia, ira,... que tanto mal nos han arrastrado desde la historia y que en tantos conflictos nos han metido.

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