Seguro has podido comprobar cómo muchas empresas, incluso gobiernos, están intentando gestionar la felicidad de sus empleados o ciudadanos. Como intención es de las mejores que se han visto en las últimas décadas, pero como aplicación práctica está todavía por verse que empleados más felices vayan a construir empresas más productivas.
Hace años también vimos crecer la RSC (responsabilidad social corporativa), y seguro que habrás comprobado como una marca alemana como Volkswagen, se ha saltaba todo principio básico al hacer trampas en los coches para ahorrar en costes. Lo que a mi juicio no puedo entender, porque es una contradicción en sí, es que la propia Volkswagen tiene todavía ese departamento de RSC.
Es decir, y volviendo a la felicidad, que tras la experiencia de la RSC en Volkswagen es previsible que también en el futuro haya empresas que digan que trabajan por la felicidad de sus empleados pero que luego tengan algún caso que demuestre lo contrario. Porque realmente la empresa trabaja por una cuenta de resultados, y el resto son cuestiones opcionales que deben ser bien auditadas para evitar engaños.
Desde mi punto de vista para saber cómo ser feliz en la vida es fundamental trabajarlo desde cada individuo, y que la empresa nos apoye con herramientas que nos permitan potenciar su gestión. Pero la empresa tiene que estar orientada a su estrategia, que atenderá a una generación de ingresos, un crecimiento, una forma de producir, etc. Claro que es ideal que la empresa se encargue de nuestra felicidad, de nuestra formación, de nuestro alojamiento, de la educación de nuestros hijos, del sistema de salud familiar, Pero entonces... ¿qué responsabilidad dejamos al empleado?
Si seguimos con esta supuesta ciencia de la felicidad nos encontramos recientes estudios que nos dicen... "Una encuesta realizada a más de 20.000 personas concluye que lo más importante para alcanzar el bienestar son las relaciones sociales y la salud física y mental. Tener pareja aumenta en un 0,6% el nivel de felicidad, mientras que una separación o la muerte del compañero sentimental tiene el mismo impacto a la inversa, según el trabajo". Es decir, que la empresa debería también preocuparse de si tenemos pareja... ¡para cuidar nuestra felicidad!
Conclusión: la empresa o el gobierno que nos ayude tanto como pueda, pero felicidad es nuestra co-responsabilidad, ¿por qué no ponemos herramientas que de verdad nos ayuden a gestionarla? Te dejo este video que no te puedes perder... ¿qué te parece?
No dudes en visitar Happiness Play... donde muchas personas llevamos 10 años trabajando para que la tecnología te pueda apoyar en tu búsqueda y gestión de la felicidad. ¿A qué esperas?
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