En nuestra sociedad está muy extendida la idea de la importancia de la búsqueda de la felicidad. Si en otras épocas se valoraban más aspectos como la seguridad, la estabilidad o la honorabilidad, actualmente la felicidad ha alcanzado el podio en la escala de prioridades. Para conseguirla, es fundamental un estilo de vida que aparque el estrés y se centre en el bienestar y el equilibrio emocional. Te contamos las claves para trabajar día a día para conseguir este objetivo vital.

¿España, es un país feliz?

La primera reacción de la mayoría de las personas es responder con otra pregunta: ¿eso cómo se mide? Aunque resulte llamativo, existe un estudio que analiza el índice de felicidad. Se trata de un informe que publica cada año Naciones Unidas. Está basado en una encuesta mundial que contrasta los datos de 156 países del mundo. Para elaborar este estudio se pide a los encuestados que pongan una puntuación a su vida, en una escala del 1 al 10. En el último informe, que salió en 2021, España está en el puesto 29. Un lugar nada desdeñable, que nos habla de un aceptable nivel de felicidad. Pero como ya saben por mi formación, medir la felicidad es como medir la temperatura del alma, puro marketing.

 ¿Qué factores influyen en la felicidad?

Como es lógico, las diferencias individuales tienen un gran peso, pero por lo general, los seres humanos somos muy parecidos. Si nos basamos en las teorías del psicólogo Lawrence Kohlberg y su famosa pirámide, podríamos hablar de una especie de ranking en cuanto a las necesidades humanas. En la base está la satisfacción de lo más básico, como el hambre, la sed y todas las necesidades fisiológicas. Una vez cubiertas estas demandas, vamos subiendo peldaños, con cuestiones como la seguridad, la relación con otras personas, el reconocimiento y la realización personal. La realidad es que todo ello influye para hacernos felices. Sin embargo, para que todo ello tenga lugar, es imprescindible gozar de una buena salud. Contrariamente a lo que se piensa, salud no es solo ausencia de enfermedad, sino que incluye otros muchos factores, entre ellos, el bienestar psicológico. Es algo a lo que en muchas ocasiones no prestamos suficiente atención, pero que es fundamental para estar sanos.

Salud física y salud mental

El concepto de salud engloba ambos factores, tanto un cuerpo saludable como una correcta estabilidad emocional. No obstante, cuando hablamos de salud mental no siempre pensamos en los problemas de ansiedad, tan comunes en nuestra sociedad. Según datos del Ministerio de Sanidad, un 5,75% de la población española consume ansiolíticos, una cifra que es la más alta de Europa. La razón hay que buscarla en la falta de herramientas para gestionar el estrés. Hay que tener en cuenta que el estrés es una respuesta innata de nuestro cuerpo para hacer frente a situaciones que percibimos como peligrosas. Ese riesgo nos hace ponernos en alerta, para responder a posibles amenazas. Sin embargo, cuando el estrés es constante puede ser muy negativo para nuestro organismo, pues afecta también a nivel físico, provocando dolor de cabeza, problemas intestinales o dermatológicos, entre otros.

Mantener alejado el estrés para una vida más plena

La pregunta es cómo conseguirlo, y la fórmula está más cerca de lo que imaginamos. Muchas personas creen que la respuesta en la medicina, y buscan un seguro de salud barato, pero además de contar con buenos profesionales de referencia, hay algo más que se puede hacer. Adoptar hábitos de vida saludables es uno de los primeros consejos. Una alimentación equilibrada, ejercicio físico frecuente y entre siete y nueve horas de sueño deben estar en la base de nuestro día a día. Además, es fundamental aprender a manejar el estrés, con técnicas como el yoga, la relajación o el mindfulness.

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