El peor año de mi vida ⭐

por | Dic 31, 2012 | Experiencias de vida | 19 Comentarios

¿Ha sido este el peor año de tu vida? Sí, sin duda este ha sido el peor año de mi vida. No cabría leer esto en el blog de una persona que es experta en felicidad y que anima a la gente a superar metas en su vida. Pero es que es la pura realidad: este ha sido el peor año de mi vida, incluso peor que el 2004 en donde casi pierdo la vida a manos de un loco motorizado que iba sin control alguno. A los hechos me remito.

Comencé el año muy emocionado, pero pronto perdí la fe en la asociación de coaches más grande del mundo, los llamados coaching ICF. Comprobé cómo algunas personas venden ética cuando en verdad sólo siguen anclados en prácticas de la Inquisición. Curiosamente, todo se acaba sabiendo, y con una de mis últimas entradas “Los 10 peores coaches que me he encontrado en el mundo del coaching” he llegado a más de 4.000 personas en cosa de 5 días…¡y se ha compartido más de 185 veces en Linkedin!... ¿se darán cuenta de quién es el enemigo o dejarán morir su ego de grandeza en la inmensidad de la incoherencia?

Poco después perdí la esperanza en los bancos. Observé muchas personas que no respetan las normas. Aterricé al comienzo de año en España y el banco me llamó para embargarme la casa por segunda vez. Esta vez no iban en broma… ¡pese a que se había pagado más de 55.000 euros en más de dos años! Pocos clientes pueden pagar a la velocidad con la que estaba pagando la financiación del proyecto para que el que avalé con una casa. Pero aprendí que la banca es un negocio, y tiene derecho a embargar a todo el mundo. Por si fuera poco, mi país rescata a la banca en vez de rescatar a los empresarios. Conmigo pasaron de darme unas alas  a cortarlas cuando funcionaban.

También aprendí, después de tres intensos meses de buscar financiación, que todo lo que había aprendido en la escuela de negocios era papel mojado. Para emprender un negocio en momentos de crisis no basta con tener una idea “de puta madre” (¡ups!), ni tener el proyecto montando, ni haber dado dinero y conseguido clientes. Hay que tener dinero efectivo, o algún contacto político o director trabajando en un banco. Sistema corrompido, o al menos el español.

De amores mejor no comento, porque es algo que siempre guardo para mi intimidad. Pero quiero sólo compartir que con tanta presión cometí algunos errores y que puedo haber hecho daño en alguna ocasión. Lo cierto es que en este año he tenido la sensación de perder el timón de mi vida en el amor, y cuando se va a la deriva, los daños colaterales son difíciles de gestionar.

El peor momento vino cuando llegó la carta del Tribunal Constitucional con la que renunciaba a estudiar el caso que me ha llevado ocho años. Al final, en España en un hospital te pueden llamar “toxicómano” sin prueba alguna, ¡y no se tiene el derecho a que corrijan tal falacia! Personalmente he comprobado como el sistema judicial en España permite decir cosas sin sentido como en un país tercermundista. Por si fuera poco, no ha sido el único juicio que he perdido este año, y ya del tema de marcas prefiero ni hablar, porque como ingeniero no acabo de entender la utilidad que tiene legislar. Para mí España es una vergüenza de país en algunos aspectos, y lo digo con conocimiento de causa, porque he visto muchos casos en los que un título no te hace mejor persona. Que nadie piense que hablo mal de España, hablo mal de muchas personas que están ahora arruinando el país, y quien niegue lo contrario, tiene todo mi respeto pero no mi comprensión. Soy de la opinión que ningún pasaporte te hace mejor persona.

Este ha sido el peor año de mi vida

Sin creer en muchos de los compañeros coaches que decían apoyarme, sin credibilidad alguna en la justicia, sin apoyo financiero de ningún tipo y con muchas ganas de mandar al mundo a la mierda (¡ups!), me tocó dar una charla de motivación en Bilbao en el Congreso de Emprende 2012 frente a cientos de personas. ¿Cómo puede una persona que ha sufrido tanto dar una charla de motivación? Francamente ha sido uno de los mayores retos de mi vida. Me llevó varias semanas preparar todo, y vean el resultado, porque hablo con el corazón. Más de 6.000 personas vieron esta conferencia de superación personal en  pocos días, todo un récord para una persona que se hace su propia promoción.

Sí, dejé de creer en todo lo que me habían enseñado bajo la religión católica, que todo sea dicho, no practico porque siempre me sentí más en armonía con el budismo. Desde mi actual punto de vista considero que acabar con ciertas personas, para mí demonios vivientes, vampiros emocionales o cucarachas humanas, es síntoma de tener asegurado el cielo. Igual que el matar en defensa propia es algo legítimo, habría que pensar si el matar a ladrones de guante blanco que hunden países, no es igual de legítimo. Cualquiera que lea estas líneas pensará que habré perdido el juicio, y que como una persona con tanta formación puede decir algo así.

Precisamente por mi formación, por mi actitud ante la vida, por mi superación, y porque siempre intento poner en práctica lo que digo, apliqué la solución de cambiar de contexto. Implicó dejar atrás todo por lo que había luchado, familiares y amigos de toda la vida, tirar a la basura años y años de vida. En octubre, con mi vida en sólo dos maletas, dejé mi pasado en España y tomé rumbo a Uruguay. No era la primera vez que emigraba de país, pero sí la primera vez que lo hacía contra mi voluntad.

Un año de tu vida

Leticia Brando y NicolásSí, ha sido el peor año de mi vida. Pero entonces el nueve de noviembre Nicolás llegó a mis manos. Un bebé con una energía mucho más potente que la que se gasta en una explosión para encontrar el Bosón de Higgs. Un bebé que cuando le sentí en mi corazón me hizo volver a sonreír como nunca. Un bebé que me hizo creer que en todo fracaso existe una oportunidad.

Ahora, como una persona con ganas de vivir, puedo poner en un lado de la balanza las peores cosas del año y en el otro poner a Nicolás. Lo más curioso es que la balanza no funciona, se rompe. Porque como era imaginable, no son cosas comparables. Por mi parte, el 2012 habrá sido el peor año de mi vida, pero sin duda alguna, también ha sido el que me ha traído al mejor regalo del mundo, ¿dualidad en la vida?

¿En 2013? ¿Y en los siguientes? Seguir aprendiendo de esta vida llena de secretos. Cuando menos sé, más ganas tengo de aprender. Será un año bueno o malo, pero si algo tengo claro, es que la sonrisa a mí no me la quitan ni a tiros… ¡por algo hablo tanto de felicidad! 😀

El peor año de mi vida

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